LA CARRETERA (2007)
CORMAC MC CARTHY
Al despertar en el bosque en medio del frío y la oscuridad nocturnos había alargado la mano para tocar al niño que dormía a su lado.
Está ahí. Duerme y todo sigue igual. Oscuro, frío, áspero y húmedo. Cenizo.
¿Papá?
Sssh. Duerme. Descansa. Mañana continuaremos caminando.
No tengo sueño. Tengo hambre.
Silencio. Negrura. Tos contenida. Sangre en el pañuelo.
¿Estás bien?
Bien. Duerme.
Vale.
Vale.
¿Mañana continuaremos caminando hacia el sur?
El sur.
¿Qué hay en el sur que no haya aquí o en el norte?
Luz, sol, calor. Gente.
¿Buena?
Buena.
¿Cómo nosotros?
Sí.
Si somos de los buenos, ¿porqué no ayudamos a aquel anciano?
Ya no tenía esperanza. No podíamos. Hubiera sido inútil.
¿Y nosotros?
Duerme.
¿Tenemos esperanza?
Claro. Nos tenemos el uno al otro.
¿Querernos, tenernos quiere decir esperanza?
Claro.
Ya.
Duerme.
Vale.
Vale.
Con la otra mano, la que no acariciaba la cabeza del muchacho que volvía a dormir, acariciaba la Magnum con las dos últimas balas. Balas que no tenían nombre, como ellos, pero sí tenían dueños. Inconscientes. O dormidos.
En las profundas cañadas donde vivían todo era más viejo que el hombre y murmuraba misterio.
Francesc López
http://naufragoenlared.blogspot.com.es/
Ahora ya lo tengo claro, este libro, el gordo, lo tengo que leer. Ya volveré entonces.
ResponderEliminarMe parece una esencia perfecta del original, tanto en tema como en tono. Gran trabajo, Francesc.
ResponderEliminarSin duda Luisa. Pero no te desanimes. No es especialmente optimista.
ResponderEliminarGracias Fernando. Entiendo que el original te gustó como a mí.