Lo mejor sería escribir los acontecimientos cotidianamente. En hojas sin fecha, un martes de carnaval, a las diez y media, por la tarde, el viernes a las tres, el sábado por la mañana o mi último día en Bouville… para descubrir entre raíces retorcidas que existo y que el mundo también existe gracias a mí, y que como enfermedad, producirme un vértigo tal que desde este momento ya nada sea igual, ni recurriendo a los momentos perfectos ni a la melodía por la que cada noche sueño un pequeño sueño, y mucho menos, mediante la elaboración de este libro que me restituya, que me impida estar de más y justificar así mi propia existencia. Imposibilidad: mañana lloverá en Bouville.
YOSE FERNÁNDEZ
pabellonsiquiatrico@hotmail.com
Bueno, no he leído Nausea, pero la destilación me gusta mucho mucho.
ResponderEliminarFelicidades Yose!
Abrazos